Matador de novillos. Se presentó en la Plaza de toros "El Toreo" en la temporada 1914. Actuó en tres novilladas y sufrió una cornada la tarde del 24 de septiembre. Reapareció el 18 de octubre alternando con Fidel Díaz y Alfonso Zambrano con novillos de la ganadería de Atenco. Con una novillada en la temporada siguiente cerró su historia en la plaza de la capital.
Una crónica publicada en el periódico El Pueblo del 19 de octubre de 1914, decía: "Jenaro de la Torre que reaparecía después de su última cogida, cargo con dos peritas almibaradas.
El muchacho estuvo bien en conjunto; pero pudo haber sacado major partido de sus contrincantes.
Cerca y lucido fue su trasteo con el noble animal lidiado en tercer lugar, al que endilgó dos estocadas, atravesadas en sentido inverso, descabellando luego a la segunda vez.
En el ultimo se movió más de lo debido con el refajo y después de tropezar con hueso en dos ocasiones, soltó una estocada que no pude apreciar, porque las sombras de la noche nos invadían.
Se mostró un buen torero con el capote y supo estar siempre colocado en su sitio".
Una crónica publicada en el periódico El Pueblo del 19 de octubre de 1914, decía: "Jenaro de la Torre que reaparecía después de su última cogida, cargo con dos peritas almibaradas.
El muchacho estuvo bien en conjunto; pero pudo haber sacado major partido de sus contrincantes.
Cerca y lucido fue su trasteo con el noble animal lidiado en tercer lugar, al que endilgó dos estocadas, atravesadas en sentido inverso, descabellando luego a la segunda vez.
En el ultimo se movió más de lo debido con el refajo y después de tropezar con hueso en dos ocasiones, soltó una estocada que no pude apreciar, porque las sombras de la noche nos invadían.
Se mostró un buen torero con el capote y supo estar siempre colocado en su sitio".
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