DIEGO ARENAS DE LOS RÍOS
Matador de novillos.
Nació en Tampico, Tamaulipas, el 12 de noviembre de 1930.
Se presentó en la Plaza de toros México el 1 de julio de 1951, con el novillo "Conejo" de la ganadería de Galindo. Alternó con Carlos González y Jesús Gracia con novillos de Galindo y Tequisquiapan.
(Tampico, Tamps., 1930). En 1951 actuó en una novillada en la Plaza México. Actuó en España y a su regreso abandonó la tauromaquia para graduarse de médico.
Abraham Pérez López, Nombres en el Toreo Mexicano (1990).
Matador de Novillos. Nació el 12 de noviembre de 1930, en la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Es hijo de don Luis G. Arenas y de doña Eva de los Ríos, viuda de Arenas. Pertenece a una honorable familia, de la que tuvo dos hermanos, Mario -actualmente abogado y Sergio, que estudió ingeniería. Con gran aprovechamiento cursó sus estudios, terminando la secundaria a los catorce años. Cuando contaba con cuatro años, se trasladó la familia a radicar a México, trabajando su padre en la Secretaría de Marina. Le nació la afición a los toros oyendo por el radio la transmisión de una corrida, a Alonso Sordo Noriega, una tarde que en el antiguo "Toreo", actuaban, Paco Gorráez, "Armillita" y Lorenzo Garza. Estando estudiando preparatoria puso un par de banderillas, en un festival que se celebró en el Rancho del Charro, organizado por los alumnos de la Escuela Nacional. Más tarde tomó parte en dos festivales charros taurinos, en la misma plaza. El 14 de diciembre de 1949, se vistió por vez primera de luces, en la placita de Tlalnepantla, llamada Vista Alegre. Se presentó en la plaza "México", el 24 de junio de 1951, lidiando un toro de "Xajay" con 450 Kilos al que lo toreó en forma extraordinaria con capote y muleta, matándolo muy bien y concediéndole las orejas y el rabo. saliendo en hombros de la plaza, Este festejo, tuvo lugar por la mañana, en el toro llamado de "once". Por este éxito, actuó nuevamente en la "México", pero en esta ocasión, en una tercia, en que tuvo como compañeros a Carlos González y el hispano Jesús García. El ganado salió infumable, era una bueyada que no se dejaba hacer nada, ya que los pupilos de Galindo, Coaxamalucan, Santín y Tequisquiapan, no se prestaron al menor lucimiento. Decidió marchar a España, dejando por el momento suspendidos sus estudios de medicina. En el mes de agosto de 1952, se presentó en Vista Alegre, Madrid, recibiendo esa tarde una grave cornada en un muslo, al banderillar a uno de sus toros. Tomó parte en varios festivales, en diversas capitales españolas, y actuó en ellos, con las figuras más destacadas de la torería. Con poca suerte, en cuanto a abrirse camino en los toros, a pesar de su buen toreo, regresó a México, donde decidió sin abandonar los toros, terminar su carrera de medicina, siendo en la actualidad el biografiado, el flamante doctor Diego Arenas.
Agustín Linares, Toreros Mexicanos (1958).
De médico a torero y de torero otra vez a la medicina., Así podríamos resumir el circulo en que se desarrolla la vida de este hombre, que nació el 12 de noviembre de 1930. En efecto, Diego Arenas, perteneciente a familia acomodada, tan pronto acaba sus estudios primarios va a la Preparatoria y en seguida a la Facultad de Medicina. Se muestra fácil estudiante, pero en su pecho anida una gran afición por los toros, y un día abandona los libros y el consultorio y se presenta como novillero en la plaza de la capital, alternando con el diestro hispano Jesús Gracia y su paisano Carlos González. Esto sucede el 1 de julio de 1951. Torea algunas funciones y al año siguiente, decidido a lograr la consagración, va a España, debutando el 7 de septiembre en la Plaza de Vista Alegre, de Carabanchel, lidiando reses de Escobar. Fue mala suerte la suya, pues uno de sus enemigos de ese día le infirió una grave cornada en el muslo izquierdo. Un año después repite en la misma plaza, llevando como compañero al hacer el paseíllo a Gregorio Sánchez y El Charro, con ganado procedente de la vacada de doña Rocío Martín Carmona. No tuvo en España el éxito que esperaba, y viendo su afición cumplida, su valor acreditado y su porvenir en los toros cerrado, regresó a México, donde con ahínco se dedicó a terminar los estudios de médico, cosa que hizo, dedicándose en la actualidad al ejercicio de la medicina.
Ángel Villatoro, Antología Taurina Mexicana (1964).
Mi abuelo!
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