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sábado, 25 de mayo de 2019

RAFAEL CALDERON DE LA BARCA

Sigue el furor taurino.
Hemos sido informados que dentro de pocos días se verificará una corrida de toros en la plaza del Paseo, lidiándose bichos de la ganadería del Fresno para la cuadrilla de jóvenes mexicanos que capitanea un novel espada, Rafael Calderón de la Barca; y cuya cuadrilla ha trabajado últimamante en los Estados del interior con muy buen éxito.

Periódico El Diario del Hogar del 18 de mayo de 1887.


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Plaza de toros del Paseo.
Expléndida corrida para el jueves 9 de junio de 1887.
Cuadrilla de la ciudad de León. Primer espada Rafael Calderón de la Barca.
Si el tiempo lo permite á las cuatro en punto se lidiarán 4 toros á muerte de la ganadería de Cieneguilla, un embolado con monedas en la frente para los aficionados y cuatro toros para coleadero que estarán á disposición del público.

Periódico El Tiempo del 9 de junio de 1887.

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Aficionado mexicano, que al frente de una cuadrilla de jóvenes, toreaba en 1887, matando y banderilleando, esto a caballo, con mucho arte y general aplauso.

Leopoldo Vázquez, América Taurina, 1898.

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Casi simultáneamente con los Niños Toreros arribó a la metrópoli otra cuadrilla titulada de Jóvenes Leoneses Toreros. Ese grupo ha de ser considerado predecesor legítimos de las cuadrillas que años después organizaron en León el banderillero español Antonio Antúnes, alias “Tobalo” y el también banderillero hispano Saturnino Frutos “Ojitos”.
En la Plaza “El Paseo” torearon una novillada –no becerrada—en la tarde del 31 de mayo. El conjunto de la cuadrilla fracasó. Solamente fue aplaudido el espada Rafael Calderón de la Barca. El torerito era de buena presencia, valiente y nada torpe. Igualmente que “El Gallito”, ofrecía madera de buen lidiador, era embrión de torero que podía desarrollarse y llegar a lozanía.
Así lo comprendió el espada aborigen Ponciano Díaz y le tomó a su cargo, haciéndolo entrar a su cuadrilla en calidad de banderillero. 
Por ser valiente el mozalbete, no se arredró ante los toros corpulentos que lidiaba la cuadrilla de Ponciano, en la plaza de “Bucareli”. Prestamente, Calderón de la Barca se habituó a los torazos. Estaba en algunas corridas como banderillero el excelente Manuel Mejías “Bienvenida” –abuelo por línea paterna de los contemporáneos espadas españoles de apellido Mejías y de apodo “Bienvenida”, Pepe y Antonio--, quien cuidaba paternalmente al neófito. Igualmente hacía el veterano Carlos López, alias “El Manchado”, banderillero mexicano.
Con estos dos mentores y a la vez guardianes, Calderón de la Barca no tuvo percances, fue desarrollándose artísticamente y también en lo corporal con el transcurso de los meses, llegando a estar garrido, ágil y pleno de facultades. Se formó un peculiar modo de banderillear, que era un hibridismo entre las suertes de cuartear y la de a topa carnero, una manera muy emotiva por ser muy riesgosa. Motivaba que los espectadores se levantaran del asiento y se pusieran en pie, temerosos que Calderón de la Barca fuese cogido y tuviera grave cornada. Después surgía la ovación, premiando la destreza del banderillero.
Iniciaba la suerte de igual manera que la de cuartear, pero “consentía” al toro caminando pausadamente –andándole y dejándose ver--. De esa manera, forzaba al burel a que hiciera fuerte acometida. Cuando el toro arrancaba, Calderón se detenía, se paraba en la trayectoria de su marcha. Impávido aguantaba, haciendo únicamente hacia atrás una de las piernas –casi siempre la derecha--. De esa manera, ponía el cuerpo en escorzo –algo perfilado, no completamente.
Esa postura era la que esquivaba el hachazo y por consiguiente, el percance, muy grave. UN MOMENTO DE INDECISION, UNA TORPEZA EN LOS MOVIMIENTOS Y EL AUDAZ REHILETERO HUBIERA ESTADO PERDIDO. Su modo de banderillear era intuitivo, muy semejante al que había tenido en España  aquel famoso rehiletero nombrado Angel López, de apodo “REGATERO” (de quien en diminutivo heredó el apodo Victoriano Recatero –no Regatero—“Regaterín”). Era asombroso el peculiar modo de banderillear que tenía Calderón de la Barca.
Por esa singularidad promovió las discusiones entre los críticos de entonces (algunos, mejores que los actuales; permítaseme la inmodestia para elogiar a los entonces mis coetáneos y amigos). Tuvieron polémica el docto de pseudónimo “Joseíto” (don José María Quijano, potosino, estudiante de Medicina), y don Antonio Calvo –también no ignaro en asuntos de técnica tauromáquica--, escritor por agrado, pues era capitalista, propietario de fincas urbanas.
Después de varios artículos –enteramente corteses—llegaron en convenir en que Rafael Calderón de la Barca banderilleaba “aguantando”, o sea en lance semejante a la suerte de estoquear que han denominado así. Yo no me adhiero ni rechazó la designación hecha por mis amigos.
Años después, hubo un banderillero –también leonés--, que fue copia de Rafael Calderón de la Barca en lo relativo al modo de banderillear. Ese rehiletero, que estuvo en la cuadrilla de Rodolfo Gaona, fue Pascual Ferro. Creyendo en el espiritismo y por ende en la reencarnación de las almas, probablemente en Pascual Ferro reencarnó el buen banderillero Rafael Calderón de la Barca.
Así como Gaona estimó a su conterráneo Ferro, Ponciano Díaz tuvo predilección por Calderón de la Barca. Cuando regresó de España el espada aborigen, Rafael fue llamado a la ciudad de La Habana para que estuviera en la corrida que en esa población, toreó el diestro mexicano. Calderón de la Barca no hizo desairado contraste al lado de Saturnino Frutos “Ojitos”, y éste conversaba asombrado del modo de banderillear que tenía el joven leonés. Cuando Ponciano se cortó la coleta, Calderón de la Barca se retiró a su ciudad natal. Entiendo –-no estoy seguro--, que años después falleció allí. 

Roque Solares Tacubac, Mis Recuerdos Taurómacos.
Revista La Lidia, #31, del 25 de junio de 1943.

Muerte de un toreador.
Acaba de fallecer, pero no de cornada, sino de una congestión biliosa, en Orizaba, su tierra natal, el conocido y popular banderillero mexicano Rafael Calderón de la Barca.
Este hijo de la tauromaquia era muy valiente y sereno en los cosos, y había adelantado en la suerte en que es maestro el célebre Bienvenida.
El público aficionado á el arte de Montes ha (ilegible) mucho la temprana muerte del simpático y arrojado toreador.
La Patria, del 21 de enero de 1893.

Recibió la alternativa de manos de Ponciano Díaz en la Plaza de toros Bucareli el 7 de octubre de 1888.
Se lidiaron toros de Monte Negro (2), El Cubo (2) y Noria de Charcas.
Fuente: El Siglo Diez y Nueve del 8 de octubre de 1888.



domingo, 23 de mayo de 2010

MANOLO MARQUEZ


MANUEL ORTIZ MARQUEZ

Matador de toros. Nació en Jalapa, Veracruz, el 30 de marzo de 1933. Se presentó en la Plaza de toros México el 27 de agosto de 1950. Solamente lidió un novillo en séptimo lugar que pertenecía a la ganadería de San Diego de los Padres. La tercia de novilleros fue con Mario Castellanos, Fernando de los Reyes “El Callao” y Pedro Pineda con novillos de Venadero.

Alternativa
Fecha: 5 de Diciembre de 1954
Lugar: Ciudad Acuña, Coahuila
Padrino: Antonio Velázquez
Testigo: Mano a mano
Ganadería: La Playa

jueves, 20 de mayo de 2010

MANOLO DE CORDOBA

JOSE GUTIERREZ

Matador de toros. Nació en Córdoba, Veracruz.

Alternativa
Fecha: 30 de Octubre de 1966
Lugar: Misantla, Veracruz
Padrino: Joselito Torres
Testigo: Mano a mano
Ganadería: Ajuluapan

RUBEN ROJAS "EL JAROCHO"


RUBEN ROJAS MUÑOZ

Matador de toros. Nació en Veracruz, Veracruz, el 1 de diciembre de 1928. Se presentó como novillero en la Plaza de toros México el 24 de Octubre de 1948, con el novillo "¿Qué Será?" de la ganadería de don Heriberto Rodríguez. Alternó con Rafael de Portuguez y Paco Ortiz. Se presentó en la Plaza de toros Las Ventas de Madrid el 8 de abril de 1951. Alternanó con Pedro de la Casa "Morenito de Talavera Chico" y Pedro Palomo con novillos de Abdón Alonso.

Alternativa
Fecha: 29 de Septiembre de 1957
Lugar: Coatzintla, Veracruz
Padrino: Jorge Aguilar "El Ranchero"
Testigo: Jesús Gracia
Ganadería: La Laguna de Guadalupe

Falleció el 26 de Diciembre de 1994.

Foto: Cortesía de Angie González.

martes, 27 de abril de 2010

AMADO LUNA


JORGE SALAZAR SERRANO

Matador de toros. Nació en Orizaba, Veracruz, el 13 de septiembre de 1965. Se presentó en la Plaza de toros México el 23 de enero de 1983, con el novillo "Modosito" de la ganadería de Zamarrero. Alternó con Lalo Flores y Luis Fernando Sánchez.

Alternativa
Fecha: 21 de Octubre de 1990
Lugar: Orizaba, Veracruz
Plaza de toros "La Concordia"
Padrino: Manolo Arruza
Testigo: Ernesto Bélmont
Ganadería: Teófilo Gómez
Toro: "Picudo"

Confirmación
Fecha: 30 de Septiembre de 1993
Lugar: México
Plaza de toros México
Padrino: Alfredo Ferriño
Testigo: Héctor de Granada
Ganadería: Fernando de la Mora
Toro: "Carretero"

jueves, 22 de abril de 2010

JUAN DE DIOS SALAZAR


Matador de toros. Nació en Río Blanco, Veracruz, el 1 de Febrero de 1940. Se presentó en la Plaza de toros México el 13 de mayo de 1962, con el novillo "Farolero" de la ganadería de Santín. Alternó con Octavio Zavala, Tomás Ramírez, Alberto Martínez, Ramiro Cuevas y Alberto Zamora.

Alternativa
Fecha: 8 de Agosto de 1965
Lugar: Vinaroz, España
Padrino: Efraín Girón
Testigo: Agapito García "Serranito"
Ganadería: Sánchez Arjona

miércoles, 14 de abril de 2010

GABRIEL ESPAÑA


GABRIEL PRIEDE ESPAÑA

Matador de toros. Nació en Córdoba, Veracruz, el 15 de marzo de 1937.

Alternativa
Fecha: 1 de Febrero de 1959
Lugar: Morelia, Michoacán
Padrino: Luis Procuna
Testigo: Raúl García
Ganadería: Torrecilla
Toro: "Caminante"

Confirmación
Fecha: 16 de Abril de 1961
Lugar: México
Plaza de toros México
Padrino: Fernando de los Reyes "El Callao"
Testigo: Raúl García
Ganadería: Viuda de Franco
Toro: "Alteñito"

Confirmación
Fecha: 1 de Julio de 1962
Lugar: Madrid
Plaza de toros Las Ventas
Padrino: Luis Alfonso Garcés
Testigo: Martín Sánchez "Pinto"
Ganadería: Salvador Guardiola
Toro: "Vivario"
Completó el cartel el rejoneador Josechu Pérez de Mendoza.

Falleció asesinado en La Paz, Baja California Sur, el 25 de octubre de 2011.

martes, 13 de abril de 2010

RICARDO LOPEZ "EL CADE"

RICARDO LOPEZ ALFARO

Matador de toros. Nació en Cuichapa, Veracruz, el 28 de septiembre de 1981. Debutó con picadores en la Plaza de toros "La Florecita" de Ciudad Satélite, Estado de México, el 19 de mayo de 2003. Alternó con Gerardo Guzmán, Orlando Huerta, Rogelio Sánchez, Roberto Pedroza y Claudio Montiel con novillos de La Guadalupana.

Alternativa
Fecha: 23 de Febrero de 2007
Lugar: San Andrés Tuxtla, Veracruz
Padrino: Alfredo Ríos "El Conde"
Testigo: Mano a Mano
Ganadería: Jorge de Haro
Toro: "Patineta"
Completó el cartel el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.

Falleció asesinado en Guadalajara, Jalisco, el 25 de octubre de 2013.

Foto: www.omenlosmedios.blogspot.com

domingo, 11 de abril de 2010

MARIO CASTELLANOS


MARIO CASTELLANOS BELLO

Matador de toros, Nació en Altotonga, Veracruz, el 8 de agosto de 1930. Se presentó en la Plaza de toros México el 22 de mayo de 1949, con el novillo "Ojo" de la ganadería de Atlanga. Alternó con Curro Ortega y Paco Ortiz. Se presentó en la Plaza de toros Las Ventas de Madrid el 24 de junio de 1951. Alternó con Jaime Malaver y Juan Posada con novillos de de María Luisa Pérez de Vargas (4) y de Juan Sánchez Terrones (2).

Alternativa
Fecha: 6 de Noviembre de 1960
Lugar: Mérida, Yucatán
Padrino: Manolo Dos Santos
Testigo: Antonio del Olivar
Ganadería: Peñuelas

Foto: Los Toros, Tratado Técnico e Histórico de José María de Cossío.

jueves, 8 de abril de 2010

FERNANDO LOPEZ


FERNANDO LOPEZ VAZQUEZ
"EL TORERO DE CANELA"

Matador de toros. Nació en Veracruz, Veracruz, el 30 de Mayo de 1922. Se presentó en la Plaza de toros México el 30 de agosto de 1946. Alternó con Ignacio “Nacho” Pérez y Curro Ortega con novillos de La Laguna.

Alternativa
Fecha: 6 de Noviembre de 1949
Lugar: Ciudad Juárez, Chihuahua
Padrino: Antonio Velázquez
Testigo: Mano a Mano
Ganadería: Tierra Blanca

Renunció a la alternativa.

Se presentó en La Plaza de las Ventas de Madrid el 21 de octubre de 1951. Alternó con Lorenzo Guirao "Morenito de Córdoba" y José Cano con novillos de Igancio Rodríguez Santana.

Falleció el 4 de mayo de 2007.

Foto: Libro "El Torero de Canela" de Fernando López.

miércoles, 24 de marzo de 2010

LEON PRIETO "EL SEÑORITO"


JOSE GUILLERMO MARIANO HIPOLITO DEL CORAZON DE JESUS JIMENEZ PRIETO

Matador de toros. Nació en Orizaba, Veracruz, el 11 de abril de 1873. Se presentó como novillero en la capital del país el 20 de Junio 1897, en la Plaza Bucareli de México, alternando con Manuel Cervera Prieto, Alberto Zayas "Zayitas" y José Romero "Frascuelillo" matando novillos de la ganadería de La Gavia.

Alternativa
Fecha: 16 de Octubre de 1898.
Lugar: Guadalajara, Jalisco
Padrino: Juan Jiménez "El Ecijano"
Testigo: Mano a mano
Ganadería: Hacienda del Castillo

Perdió la pierna derecha a causa de un balazo que recibió el 2 de abril de 1899.

Falleció en Málaga, España en 1928.























Foto publicada con la autorización de don José Pablo Gamarro Marquez.

León Prieto "El Señorito Orizabeño"
Tomado del libro "Orizaba en Tiempo de Toros" de Dante O. Hernández Guzmán.

Debido al auge taurino que se tuvo en Orizaba de los años de 1870 en adelante, surgieron varios aficionados a la fiesta como Miguel Cerrilla, Ricardo Jiménez y su hermano Guillermo, los hermanos Bringas, entre otros. Todos ellos hijos de las mejores familias orizabeñas; uno en particular, Guillermo Jiménez, se aficionó tanto a los toros que en distintas poblaciones aledañas a Orizaba participaba en cuanto festejo era invitado, con la reprobación de su familia, ya que ésta participaba en los principales eventos sociales, industriales y comerciales de la ciudad. No hay que olvidar que Don Angel Jiménez, en las décadas de 1870 a 1890, introduce el transporte colectivo de tranvías tirados por mulas (inaugurado el 2 de noviembre de 1878), que se fue expandiendo poco a poco por la ciudad hasta Escarcela y después se tienden las vías hacia las villas terminando en el Ingenio (actual ciudad de Nogales). Regresando a nuestro biografiado, dadas las condiciones sociales de la época y la posición familiar que mencionamos, cambió su nombre y apellido, Guillermo Jiménez Prieto, por un seudónimo que estaba compuesto por su segundo apellido y un nombre que él creyó representaba su valor y se nombró León Prieto, y para demostrar su origen y linaje "El Señorito Orizabeño". Cabe mencionar que una de sus hermanas, Guadalupe Jiménez Prieto, se casó con Don José Bernardo Couto, siendo padres del Lic. Ricardo Couto Jiménez, gran jurisconsulto. Por cierto que en un artículo del Dr. Carlos Cuesta, bajo su seudónimo de Roque Solares Tacubac, en un pie de foto en la que aparece "El Señorito Orizabeño", mencionaba que Guillermo Jiménez era antecesor y pariente lejano del matador Vicente Segura. Pero veamos qué nos dice el escritor Jesús Hernández quien convivió muchos años con la familia Couto y conoció a Don Guillermo Jiménez ya de edad avanzada:
"Uno de esos señoritos toreros es el protagonista de mi articulillo. En la ciudad de Orizaba hubo una familia radicada desde luengos años. Era apreciada no sólo por su caudal sino por sus cualidades en virtudes y laboriosidad. Casi todos sus integrantes habían ocupado puestos de culminación en el comercio y en la agricultura, en las industrias fabriles, en el establecimiento de los tranvías y aun en la política.
Vástago de una familia preeminente hubo un varón que desde niño dió disgustos por su espíritu intranquilo, por sus travesuras y por sus pendencias. Aquél rapazuelo era "la piel de Barrabás". Llegó a la adolescencia y prosiguió igualmente. No se ocupaba en algo que tuviera seriedad, sólo se dedicaba a divertirse. Entre sus entretenimientos hubo el de torear becerros. Estos rudimentarios ensayos de ser torero y haber presenciado el espectáculo formal de corridas de toros, fueron motivos para que en su aturdido cerebro naciera la idea de hacerse un profesional del toreo. Pensarlo y llevarlo a realidad, fue simultáneo.
En las inmediaciones de Orizaba hay una fábrica llamada "El Yute". Allí eran
elaborados tejidos con la fibra de la planta que lleva esa nominación. Los jefes de la fábrica proporcionaban a los obreros diversión los domingos, con remedos de corridas de toros, y para ello llevaban lidiadores contratados en la vecina ciudad. En una de esas fiestas tuvieron la sorpresa de ver entre los toreros a Guillermo Jiménez (nombre y apellido del mozalbete). Vestía lujoso traje torero, comprado al que era matador contratado. Este tenía el mote de "Frascuelillo" y por nombre y apellido José Romero.
Allí comenzaron las andanzas taurómacas del jovenzuelo, pero como sus familiares no les daban aprobación, porque entonces había muchos reproches y falta de estimación social a los lidiadores de toros, el principiante tuvo que ocultar su verdadero patronimico y hacerse incógnito. A esa finalidad recurrió a sus apellidos secundarios: León y Prieto. Entonces era costumbre -casi imprescindible-, que los toreros usaran un alias. El encontró el suyo en su categoría social de "señorito" (según respetuosamente le decía "Frascuelillo"). Por consiguiente, el blasón resultó formado: LEON PRIETO "EL SEÑORITO", atrayente a la curiosidady retumbante. Por lo relativo a hombría, a valor, enteramente apropiado a un lidiador de toros.
Transformado en León Prieto "El Señorito", hizo una gira por las plazas de toros veracruzanas. Las de Paso del Macho, I alacingo y San Andrés Tuxtla, fueron las iniciadoras de sus proezas, ya de profesional torero, acompañándole siempre el mentor y maestro, estoqueador y a la vez banderillero "Frascuelillo".Este abandonó el salón de juego de billares, que en Orizaba era su cotidiana residencia. En los billares, estaba "Frascuelillo" desde las once de la mañana a las doce de la noche. Inesperadamente, los aficionados habitantes en el Distrito Federal leyeron en los carteles anunciantes de una novillada, que había de ser en la plaza de toros "Bucareli" -templo eminente de la taromaquia, consagrado por las hazañas de Ponciano Díaz-, la presentación de un matador nombrado León Prieto "El Señorito". Inesperadamente califiqué y no rectífico sino que ratifico, pues hasta la ciudad metropolitana no había llegado la nombradía del torero aplaudido en los cosos mencionados.
Leyendo los carteles, los metropolitanos creían que no se referían a un lidiador efectivo, sino a cualquier bufo tauromáquico -a un mojiganguero-, que efectuaría una escena cómica disfrazado con la piel de león, de color tirando a negro. En aquella época, no había la seriedad la formalidad que hoy impera en los espectáculos taurómacos, aún en las novilladas. Entonces había mucha chufla, mucha chunga, y a diversión se tomaba lo que sucedía en los ruedos.
El espectáculo sería en la tarde del domingo 20 de junio de 1897. -¡Ya transcurrieron cuarenta y seis años, casi exactamente medio siglo!-. Era novillada de concurso -de certamen taurómaco- donde se disputarían un premio cinco novilleros, tres de nacionalidad española y dos mexicanos. Los hispanos ya estaban fogueados, tenían tiempo en el oficio y alguna fama. Eran Manuel Cervera Prieto -sobrino del espada Diego Prieto "Cuatro dedos" -Francisco Aragón "Paquiro"-, presuntuosamente había tomado el apodo del insigne maestro, ya fallecido -Manuel Contreras, alias "Tenderín"-, que por sus audacias, aunque muy pequeño de cuerpo y muy jovencito, ya tenía fama- y José Romero "Frascuelillo" el mentor de nuestro héroe. Los mexicanos eran: Alberto Zayas "Zayitas" -que acababa de venir de España, de Sevilla, nimbado aquí por ese viaje y juzgando era "Guerrita Mexicano"-, y León Prieto "El Señorito" -que ya dije cuáles antecedentes de insignificancia taurómaca tenía.
El empresario de la novillada era un reputado banderillero sevillano, Enrique Merino "El Sordo" (efectivamente era fallo en sentido auditivo). El premio disputado era un reloj de oro. Los novillos que lidiarían venían de una vacada residente en la hacienda de "La Gavia" (entonces eran bien aceptados esos cornúpetas "cuneros", o sea sin casta de abolengo).
León Prieto "El Señorito" se presentó lujosamente ataviado, llevando con donaire el traje de "luces". Tenia la edad de veinte años, airoso, con facciones delicadas, correctas. Por su apostura estaba en coordinación con el apodo, y se alejaba del nombre y apellido, porque no tenía la catadura tosca y bravía de un león.
Por su apostura, atrájose la simpatía, y los concurrentes ya estuvieron predispuestos a darle sus aplausos, aunque poco meritorio hiciera en la lidia de su novillo. Cada uno de los concursantes debía banderillear y estoquear. Estuvo valiente en todo su cometido y bastante bien. El debut no fué un fiasco. Los aficionados quedaron con deseo de volver a verle.
El bis fué en el siguiente domingo. Siendo tercer espada, teniendo los anteriores lugares Manuel Cervera Prieto y Leopoldo Camaleño-éste ya siendo lo que nombran "puntero", o sea abocado a recibir la "alternativa"-. Lidiaron toros de casta, pertenecientes a la famosa atenqueña, legendaria en nuestra República. La ganadería existe aún, pero en aquella época mejor, en apogeo. "El Señorito" estuvo igual que en la anterior novillada. Confirmó su guapeza en todas las suertes, su "buen estilo artístico" de las de banderillear y su torpeza en las de estoquear. El público no le retiró la simpatía, ni la benevolencia. La empresa también demostró que tenía para él predilección, haciéndole un obsequio -un bastón con puño de oro- que entregáronle en el redondel. Tal regalo substituyo al reloj, disputado en el concurso anterior. Ese premio lo ganó Manuel Cervera Prieto, novillero de gran "finura" (de mucha clase en el manejo del capote y la muleta, y excelente banderillero).
En la tercera de sus actuaciones, lidió toros de la hacienda nombrada "Loma de Zempoala". Estuvo algo inferior que en las anteriores corridas. Fué cogido y derribado, pero afortunadamente sin sufrir herida alguna. El público permaneció siempre teniéndole simpatía y no rehusando que figurase en los carteles. Ya había adquirido cierta popularidad por el modo de presentarse en las calles metropolitanas, vistiendo lujoso traje de charro -de piel muy fina y bien bordada con oro y plata. No iba cabalgando, sino conduciendo un reluciente carruaje, tirado por un tronco de hermosos caballos retintos. Dentro del carruaje iban sus amigos, no faltando entre ellos Pepe del Rivero, entonces escritor taurómaco con el pseudónimo "Fierabrás". "El Señorito" continuó toreando en las plazas de toros de los Estados. Ya no era su mentor el insignificante "Frascuelillo", sino el matador de toros con alternativa Juan Jiménez "El Ecijano". Este lo iba a "doctorar", o sea a ponerle en la categoría más elevada entre los toreros. A la finalidad de ese importante acto, organizaron una corrida en la plaza de toros de Guadalajara.
Fué el suceso el 16 de julio de 1898, un año después de las tres novilladas en la plaza "Bucareli", en el Distrito Federal. Los toros de la fiesta en la Perla de Occidente eran de una ganadería por allá famosa entonces, la radicada en la hacienda de "El Castillo". Realizada la ceremonia taurómaca, la corrida fué dura prueba para "El Señorito".
Su padrino "El Ecijano" fué cogido y herido de gravedad por el tercer toro, -Esta herida fué, meses después, la causante de la muerte del espada español, en la plaza de toros de Durango-, "El Señorito" hizo honor a su "doctorado". Estuvo valiente-según era distintivo- y estoqueó aceptablemente. No se amilanó por el percance al veterano diestro, sino que se "creció”. En "El Señorito" había "casta" -según ahora dicen para indicar "vergüenza torera" . Después de la corrida de Guadalajara, continuó su labor -ya de matador "hecho y derecho", en las plazas de toros veracruzanas y en la de Puebla. No volvió a la ciudad de México. En la plaza de San
Andrés Chalchicomula tuvo trágico e inesperado final la carrera tauromáquica de León Prieto "El Señorito". Fué del siguiente modo, que es insolito. Eran las fiestas de la feria y por tal habría corrida de toros: "El Señorito" presenciaba, en la mañana del domingo, cómo daban pastura y agua a los toros que estaban encorralados. Eran pequeños y de poca edad, por esto el torero dijo presuntuosamente "En la tarde la muerte de estos animalitos será como la degollación de inocentes que mandó hacer el rey Herodes".
A uno de los vaqueros -cuidadores- no le agradó lo que dijo el espada. Lanzó el vaquero una insolencia, dirigida al torero. Este, de "pocas pulgas", la contestó. Trabáronse en dicterios y el vaquero fué a más: sacó un revolver y disparó sobre "El Señorito". El proyectil hizo blanco en el muslo derecho, fracturando el fémur. Por complicaciones en la lesión, fué necesario amputarle el miembro herido. Por consiguiente, quedó invalido el novel espada e imposibilitado para ejercer el oficio de torero.
Fué a España, buscando consuelo con presenciar las corridas de toros en las plazas de más importancia. Allá le sugirieron que con una pierna artificial bien hecha, podía volver a torear, diciéndole que así lo había realizado el famoso Antonio Sánchez "El Tato". Inmediatamente, el espada orizabeño acogió el consejo y se hizo una perfecta pierna postiza. Siendo muy amigo de "Guerrita", lo invitó para que en el día de la prueba -en un a ganadería- estuviera en la placita siendo su cuidador. El taurómaco Califa II aceptó gustoso. La aventura resultó un completo fracaso. Las vaquillas derribaban al inválido y no le hirieron por la oportuna intervención del maestro cordobés. "El Señorito" quedó desconsolado por su imposibilidad.
Le agradó vivir en España y se radicó en la ciudad de Málaga. Allí permaneció durante muchos años. Hizo viajes a México para visitar a sus familiares, una hermana que fué casada con el notable abogado y también notable poeta, don Bernardo Couto, en cuya casa algunas veces conversé con "El Señorito". Era de agradable trato, de buena educación.
Gastó lo que tenía de caudal por herencia y sus últimos años los vivió en España-donde falleció-, siempre enamorado de la fiesta brava, por la que sentía verdadera pasión "El Señorito". (sic)
Esta es la historia de un torero orizabeño vista por el escritor Jesús Hernández y que conoció de primera mano.

(1)Revista La Lidia No.30 junio de 1993

(2) Revista La Lidia No. 41 del 3 de septiembre de 1943.- León Prieto "El Señorito", Jesús Hernández.