Matador de novillos nacido en Aguascalientes, Aguascalientes, el 29 de enero de 1926 y fallecido en México, Distrito Federal, el 9 de junio de 1994. El 27 de febrero de 1949 toreó una novillada en Aguascalientes. Alternó con José López y Héctor Saucedo con novillos de la ganadería de Garabato. En la misma plaza sufrió una cornada en el escroto por un toro de Garabato el 22 de mayo de ese año.
"Los restos de un personaje tan ilustre como el que hoy ocupa a FUERZA AGUASCALIENTES no podían estar más que en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en las inmediaciones del barrio de La Salud, pero su imagen, sus canciones y sus películas están vigentes no sólo en quienes lo conocieron personalmente y lo admiraron, sino en la mente y el corazón de la actual generación. David, su padre y su madre, vivieron durante años en Monterrey, N.L., donde incursionó en la instrucción primaria, sin poder continuar con sus tareas, precisamente por falta de capacidad económica. Quiso él mismo retornar a la tierra que lo vio nacer, aunque ya estaba adolescente llegando casi a los 14 años de edad a Aguascalientes para realizar diversas labores manuales, ayudante en una tienda de abarrotes, mensajero, "muchacho de oficina" y conociendo luego a una pléyade de muchachos con aspiraciones taurinas, con quienes inicialmente se inició en la ríspida profesión, peligrosa, desafiante, de los toros.
Incursionó con buenos resultados entre esa misma edad de los 14 a los 17 años, en que voluntariamente y después de recibir "fuertes cates" de los toros, vio que su camino no era por ahí y decidió cambiarlo. Precisamente en materia taurina se desplazaba viviendo aquí, a las poblaciones cercanas y aún lejanas, para "echar el capote", se vistió de luces y fue novillero andante, es decir, de los que torean seguidito, pero en plazas de menor categoría. Recorrió la legua, como se dice. Consiguió un trabajo en una embotelladora local, ubicada cerca de la Estación del Ferrocarril, por la Avenida Madero, se puso a manejar un camión repartidor "de sodas" y comenzó a ganar unos cuantos pesos, en forma más apropiada, pues la carrera taurina le dejaba poco y en consecuencia "era poco lo que comía". Su bonhomía fue de siempre".
David Reynoso "El Mayor", una figura que siempre se recordará.
Autor: Aldo Bonilla Sánchez.
Pubicado en Fuerza Aguascalientes, el 17 de septiembre de 2016.
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